Manolo Santana es, sin lugar a dudas, una de las figuras más importantes de la historia del tenis español. El madrileño, nacido el 10 de mayo de 1938, supuso un antes y un después en el deporte de la raqueta en nuestro país.
En los años 60, cuando Santana cosechó sus grandes éxitos, el tenis mundial estaba dominado por los australianos Rod Laver o Roy Emerson. El español fue capaz de competir con ellos y, no sólo eso, ganarles.
En el año 1961 llegó su primer gran éxito, el título de Roland Garros. Manolo Santana derrotó en el final al italiano Nicola Petrangeli que, además, sería su mismo rival en la final de 1964 que, nuevamente, caería del lado del tenista madrileño.
No confirme con eso, Santana sumó un nuevo Grand Slam en 1965: El US Open. Era el preámbulo del que, sin duda, sería su mayor éxito, el cual llegaría un año después: El torneo de Wimbledon del año 1966.
La imagen de Manolo Santana conquistando el torneo en la hierba londinense provocó, sin lugar a dudas, toda una ‘tenismania’ en España. Así lo explicaba el propio protagonista en una entrevista posterior para Televisión Española: «Cuando yo empecé, en España jugaban al tenis cuatro. Con mis títulos de Roland Garros y, sobre todo, en Wimbledon se desató una locura por el tenis. Todo el mundo quería comprarse una raqueta y empezar a jugar».

Manolo Santana colgó la raqueta con un total de 72 títulos en sus vitrinas. Seguramente, su espina clavada fue la de no lograr una Copa Davis para España. Aunque alcanzó dos finales, no pudo ganar ninguna de ellas.
Muerte de Manolo Santana
Por supuesto, la figura de Santana siguió siendo muy importante después de su retirada allá por el año 1980. Fue capitán del equipo español de Copa Davis en dos etapas (1980-1985 y 1995-1999). Por supuesto, fue director del torneo Mutua Madrid Open desde su primera edición hasta su muerte en el año 2021. De hecho, la pista central, también conocida como Caja Mágica, lleva el nombre de ‘Estadio Manolo Santana’.
En una época en la que el tenis era un deporte semidesconocido y destinado a una minoría elitista, el bueno de Manolo logró que se popularizara en todo el país con sus éxitos en la década de los 60.