Gilles Simon anunció hace algunos meses que 2022 sería su último año como tenista profesional. El francés no pudo elegir mejor lugar para despedirse que París donde, cada año, se disputa el último Masters 1000 del circuito ATP.
Todo el mundo, incluido el propio Simon, esperaba que el tenista galo cayera a las primeras de cambio ya que su estado físico y resultados no venían siendo demasiado positivos. De hecho, el de Niza llegaba a la cita parisina como número 188 del ranking y siendo un habitual en los torneos Challenger.
Su rival en primera ronda fue, nada más y nada menos, que Andy Murray, otro ilustre veterano. Por si fuera poco, el escocés comenzó dominando con cierta facilidad a su rival que, eso sí, no tiraba la toalla impulsado por un público totalmente entregado. Poco a poco, Simon comenzó a darle la vuelta al partido y, contra todo pronóstico, logró remontar un set y un break adverso para doblegar al británico que no daba crédito a lo sucedido.
Gilles Simon: «Ha sido un final perfecto»
Al finalizar el encuentro el tenista francés se sinceraba: «He dejado todo en la pista. El público me ha ayudado muchísimo y estoy muy contento. Tengo miedo de no estar a la altura en el partido de mañana, pero intentaré dar lo mejor de mí mismo».
Si la victoria en el primer encuentro fue sorprendente, mucho más lo fue en segunda ronda. Esta vez el rival era Taylor Fritz, un reto aún más complicado pues el estadounidense (número 11 del mundo) se jugaba su presencia en las ATP Finals.
De nuevo, Gilles Simon sacó fuerzas de donde no las había y consiguió un triunfo aún más sonado y épico en un choque agónico que se resolvió en el tercer set. Obviamente, el público francés volvió a jugar un papel fundamental para guiar a su compatriota hacia una nueva victoria: «Lo que estoy viviendo estos días es simplemente mágico. Ahora apenas puedo moverme pero, de nuevo, dejaré todo lo que me queda en la pista mañana». Publicó el francés en sus redes sociales.
La despedida de Simon llegó, por fin, en los octavos de final ante Auger-Aliassime. El canadiense, que venía de ganar tres torneos de forma consecutiva, fue demasiado rival para un exhausto tenista local. De esta forma, el que fuera número 6 del mundo, ponía punto y final a una gran carrera en la que logró 14 títulos ATP, además de proclamarse campeón de la Copa Davis con Francia en 2017.
(Imagen principal: L´Equipe)
